Los ordenadores portátiles son hoy en día la herramienta más importante del abogado. Tu portátil no pude fallar. Vamos a repasar qué ordenador portátil debemos elegir para que nuestro trabajo sea más productivo y nos facilite nuestras tareas.
Portátiles para abogados
Tu ordenador portátil puede complementar perfectamente el resto de la informática de tu bufete, como la impresora o el escáner, para hacer tu trabajo mucho más fácil y cómodo. Incluso un proyector para tus presentaciones en el despacho pueden sumar un elemento muy profesional a tu Bufete.
El ordenador ahora para muchos es portátil. Incluso aunque lo vayamos a usar de modo fijo (más o menos) en nuestro despacho, es posible optar por una máquina que también la podamos llevar en nuestro maletín.
Como vamos a usar LEXNET (mal que nos pese), deberá contar con Windows 10.
Valoraremos sólo la compra de portátiles con procesador de Intel, aunque sea un i3. Realmente para el uso que le puede dar un abogado en su trabajo, no necesitamos una gran capacidad de computación. Sin embargo sí que es frecuente que trabajemos con varias tareas simultáneas (documentos, pdf, páginas web abiertas al mismo tiempo…) por lo que la memoria RAM no debe escasear. Si en algo tenemos que pedir un poquito más es justamente aquí.
Si tu presupuesto es limitado, opta por un procesador más simple, pero no merece la pena que bajes de los 4 gb de RAM. a medio plazo lo agradecerás y verás como tu ordenador portátil sigue funcionando con alegría, sin bloquearse.
Ordenador Portátil Económico
Decantarse por ordenadores portátiles económicos para nuestro trabajo como abogados no puede implicar renunciar ninguna prestación o funcionalidad. Hoy tenemos opciones económicas que nos permitirán responder de forma perfecta a nuestras necesidades de cada día. Son ordenadores aparentes y que responderán bien al uso que realicemos de ellos habitualmente.
En estos momentos, la velocidad de respuesta de un portátil, además del procesador y memoria RAM, dependerá en gran medida del tipo de disco duro que tenga. Si bien hasta ahora el punto de decisión consistía exclusivamente en la capacidad, hoy podemos elegir entre disco duro físico (con mayor capacidad pero más lento) o disco duro duro sólido o SSD que ofrece una respuesta muchísimo más rápida pero con menor capacidad. Siempre que nuestro presupuesto nos lo permita, teniendo en cuenta que la actividad como abogado no requiere una capacidad de almacenamiento altísima, intentaremos optar por portátiles con discos duros sólidos.
Comprar portátiles de altas prestaciones
Aunque no sea necesario para el uso de las aplicaciones de uso habitual en el bufete, cuando compramos un portátil podemos optar por un ordenador con más prestaciones para dotarnos de mayor comodidad en el uso habitual de nuestra herramienta de trabajo.
Los portátiles dotan de gran versatilidad de uso y ocupan menos espacio sobre el escritorio. Su conservación y cuidado es sencillo. Simplemente debemos transportarlo en una funda o maletín para portátil adaptada a su tamaño y limpiar periódicamente la pantalla con algún producto especial para ópticas y pantallas.
Ultraportables: Oficina en movimiento
Hoy el ordenador es mucho más que un ordenador. Son muchos los compañeros que ya sustituyen el portátil por la tablet para ir a vistas o para reuniones con los clientes.
No obstante hay entornos en los que un portátil ultraportable es más cómodo. Todo dependerá del uso que le de el abogado. Al tener más base (la parte del teclado) será más estable y más cómodo para tomar notas.
Hoy los ultrabooks tienen un peso muy parecido al de una tablet (algunos pesan menos de un kilo), y ofrecen prestaciones que nada pueden envidiar a un portátil de 15″. La pantalla táctil hace que sea muy fácil usarlos intuitivamente o para hacer presentaciones, girando la pantalla hacia los clientes.
Las tablets pueden tener teclado físico, aunque su tacto es diferente. La mejor elección es aquella con la que te sientas más cómodo trabajando. A mi me encantan los portátiles pequeñitos, manejables y potentes ¿Y a ti?