En la actual transición energética que está transformando la industria, la regulación de la eficiencia energética en la edificación y el uso eficiente de los edificios a lo largo de su vida útil son temas centrales que debemos abordar.
Prueba de ello es que uno de los objetivos más ambiciosos que tenemos que alcanzar en 2050 es disponer de un parque edificatorio totalmente descarbonizado, fruto de la conversión de los edificios existentes en Edificios de Consumo de Energía Casi Nulo (EECN).
Normativa sobre eficiencia energética
En este proceso a largo plazo, tendremos que superar diferentes circunstancias a lo largo de cada década para que los cambios se puedan realizar de forma incremental y monitorizados. El pasado 2020 fue el momento en que la Unión Europea propuso regulaciones para los estados miembros que establecen nuevos estándares para las regulaciones de eficiencia energética.
Dentro de estas nuevas normativas destaca el certificado energético, obligatorio para alquilar o vender una vivienda, buscando promover la vivienda que menos consumo de energía tenga.
Otro de los aspectos novedosos en este aspecto es la nueva etiqueta de eficiencia energética. La etiqueta energética está regulada en las Directivas de Ecodiseño-Ecodesign (2009/125/EC) y en la Directiva 2010/31 de eficiencia energética de la Legislación Europea.
Una cuestión de Estado
Cada Estado debe desarrollar una estrategia a largo plazo para hacer posible la visión de 2050. El compromiso debe considerar explícitamente las reducciones de carbono en sectores como la industria, la calefacción y refrigeración, o los edificios residenciales y terciarios. Como hemos visto, la industria de la construcción es un área que se enfrenta a importantes cambios para adaptarse a este nuevo entorno regulatorio.
Dicho esto, el conocimiento legislativo es crucial para hacer posible todo el proceso. En este artículo, brindaremos un pequeño seguimiento del desarrollo de regulaciones que han evolucionado recientemente para adaptarse al contexto de los esfuerzos y requisitos internacionales.
En 2018, el Reglamento (UE) 2018/1999 sobre la Gobernanza de la Energy and Climate Action Coalition sentó las bases para la redacción de planes nacionales que deben diseñarse con urgencia para alcanzar el objetivo vinculante del 40% en la UE, entre otras cosas, para reducir las emisiones de carbono.
De acuerdo con la normativa, en febrero de 2019 se presentó el Marco Estratégico de Energía y Clima, Renovables y Tecnología para contextualizar los próximos escenarios. Se basa en tres pilares centrales:
- Ley de Cambio Climático y Transición Energética
- Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030
- Estrategia de Transición Justa
Entre estas acciones, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), a nuestro juicio, es especialmente relevante para la industria, cuyos objetivos, de manera muy resumida serían los siguientes:
- La eficiencia energética es la prioridad en toda actividad que afecte al clima.
- Autosuficiencia e independencia energética.
- Transformación del sistema de suministro energético y reducción de la demanda energética.
- Descarbonización del parque inmobiliario en 2050.
El importante rol de las certificaciones
En este panorama, encontramos que el papel de la certificación merece especial atención, ya que el conocimiento de lo que evalúa nos da pistas importantes sobre las acciones que debemos tomar.
Una de estas formas de sellado es el conocido Passivhaus, cuyo enfoque se centra en la idoneidad de cinco principios: proporcionar un correcto aislamiento, instalar carpinterías de alto rendimiento, eliminar los puentes térmicos, asegurar el sellado para evitar fugas de aire y recuperar el calor de la ventilación.
Al principio hemos hablado, también, del certificado de eficiencia energética.
